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ETIMOLOGÍA La Navidad (latín: nativitas, 'nacimiento' )? es una de las fiestas más importantes del Cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, pues celebra el nacimiento de Jesucristo. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron el calendario juliano, que reformó el Papa Gregorio XIII. Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnacht, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (o sea, el nacimiento) de Jesús de Nazaret en Éste, Nuestro Mundo. HISTORIA Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en invierno, las Iglesia cristianas mantienen el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en primavera la Iglesia celebra la Pascua. FIESTAS NO CRISTIANAS ANÁLOGAS A LA NAVIDAD Los orígenes de la celebración de la Navidad el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio de invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo. En Persia (actual Irán) se celebraba, hace cuatro mil años, y coincidiendo con el solsticio invernal, Yalda, el Natalicio del dios solar Mitra, el dios de la Luz, la antigua divinidad meda-persa). Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto". Asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a.C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano.De esta fiesta, los primetos cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizan para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta. En el norte de Europa, los germanos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa. mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Tonatiuh, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas." Tal y como comenta Isaac Asimov en su guía de la Biblia: “Podría ensamblar el cristianismo sin sobrepasar su felicidad de Saturnalia. Era solamente necesario que ellos justamente saluden el nacimiento del hijo en vez que el del Sol”.Por lo que la Navidad cristiana no es imitación, ni parodia de estas fiestas no cristianas del nacimiento de algún dios solar. Volver al inicio de Español Sin Fronteras FORMACIÓN DE LA NAVIDAD COMO FIESTA CRISTIANA Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. Orígenes, incluso se opuso a celebrar los nacimientos: "No vemos en las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como el Faraón y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo". La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pachon (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae. El papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data del 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia el 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V. ADOPCIÓN DE LA FECHA DE NAVIDAD COMO 25 DE DICIEMBRE En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre[2] , aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes. En el Imperio Romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertir al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha. Algunos eruditos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino convertido al cristianismo para animar un festival religioso común para los cristianos y los paganos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta el 379, bajo Gregorio Nazianzus. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino. La celebración del nacimiento de Cristo fue prohibido por algunas Iglesias protestantes hasta luego del s. XIX debido a su relación con el catolicismo, como hacen actualmente los Testigos de Jehová.Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al bebé Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Peru, Puerto Rico, República Dominicana, México, Uruguay y venezuela). Para la iglesia la Epifanía es más imporante que la Natividad ya que que es ese día que se da a conocer al mundo, en la persona de los magos extrangeros. Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad todavía se conoce como Yule (o jul). Volver al inicio de Español Sin Fronteras CÁLCULO DE LA FECHA DE NAVIDAD SEGÚN LOS EVANGELIOS Algunos expertos han intentado el cálculo de la fecha del nacimiento de Jesús, tomando a la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-8 afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació nacido cerca de seis meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abías le correspondía el octavo turno. Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de Lucas 2:8 según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual dificilmente ocurriría en diciembre. Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los rollos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno, a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío)[3] . Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmo que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre. Volver al inicio de Español Sin Fronteras CELEBRACIÓN LITÚRGICA En la Iglesia Católica Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre. Por esto la liturgia católica llama a esta fiesta La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (24 de diciembre: Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre; y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (a la Ciudad de Roma y al Mundo). Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban (mártir) (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero) y la Epifanía (2° domingo después de Navidad). En las Iglesias Ortodoxas Las Iglesias Orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, estas aun usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran en fecha distinta: el 7 de enero, junto con la Epifanía. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero. Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre. En el Protestantismo Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del Catolicismo[5] , la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica. La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, con algunas excepciones, como la de los Testigos de Jehová y otras confesiones que consideran que, al no indicar la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo, deduciendi que el nacimiento de Jesus en Belén ocurrió el 25 de diciembre. TRADICIONES NAVIDEÑAS La Navidad es la fiesta cristiana más popular, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones. Los Belenes o Nacimientos consisten en la representación del nacimiento de Jesucristo, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Cristo, la Sagrada Familia, los animales y los pastores. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre. Las Posadas son una serie de fiestas populares que recuerdan el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México. El Árbol de Navidad consiste en un árbol de conífera adornado con esferas de colores, cintas brillantes, estrellas, etc. Su estructura es parecida a la de la rama veracruzana, que también se lleva a cabo en las fiestas decembrinas, pero que no cumple la misma función de adorno. La Flor de Nochebuena es una flor de origen mexicano de uso decorativo de las fiestas decembrinas. Las Tarjetas navideñas: También es costumbre que además de los regalos, se intercambien postales o tarjetas de felicitación por motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Esta costumbre fue creada por el londinense John Callcott Horsley en 1843. Volver al inicio de Español Sin Fronteras PERSONAJES MÍTICOS DE LA NAVIDAD Es frecuente en algunos países esté la tradición de que algún personaje o personajes, visita a los niños para dejarles regalos bajo el árbol de Navidad. Los más conocidos son: Olentzero en el País Vasco Santa Claus en EUA y el Norte de Europa, aunque la expansión comercial de Estados Unidos, ha convertido a Santa Claus en el personaje central de la Navidad y ha desplazado el sentido religioso de esta fiesta por el sentido comercial actual. Los Reyes Magos en España y Latinoamérica son los encargados de darles regalos a los niños el 6 de enero (Fiesta de la Epifanía). Carbonilla es el encargado de dar carbón en vez de un regalo a los niños que se portaron mal. Para algunos es acompañante de los Reyes Magos, y para otros, de Santa Claus. Los Bendegums son duendes de la mitología popular navideña. LA NAVIDAD EN LA ACTUALIDAD Pese al origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha perdido su carácter religioso para convertirse en una simple celebración de convivencia familiar, debido en gran medida a la mercadotecnia y a la popularidad de esta celebración. A partir del siglo XIX es cuando la Navidad empieza a popularizarse con el carácter que tiene hoy día, pues en este siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos, se creó a Santa Claus y la costumbre de regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para exparder la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la verdadera celebración navideña, tal y como sucede con los osos polares, pingüinos y focas de la Coca-Cola. Por tal razón la Navidad no siempre es celebrada por cristianos, pues incluso los japoneses no cristianos y algunos ateos celebran Navidad, como una celebración de convivencia familiar. Volver al inicio de Español Sin Fronteras LA NAVIDAD EN LAS ARTES, LA TELEVISIÓN Y EL CINE En el Arte Muchas historias ficticias navideñas se recrean con temas de esperanza o relatos milagrosos. Varios han llegado a ser parte de la tradición local navideña. Entre los más populares están el ballet de Tchaikovsky, El Cascanueces y la novela de Charles Dickens, Cuento de Navidad (en inglés: A Christmas Carol). Estos a su vez han sido llevados al cine o televisión, con adaptaciones a algún programa en especial o sin ellas. En la Pintura Las representaciones de la Navidad varían, pues van desde las representaciones del nacimiento de Cristo, hasta imágenes de eventos navideños. Entre las pinturas del nacimiento de Cristo, se encuentran las que representan la adoración de los pastores o la de los Reyes Magos. Y entre alguno sus exponentes están: Fra Filippo Lippi, Fra Angelico, Sandro Botticelli, El Greco, entre muchos otros. Y Andrei Rubliov y Kiko Argüello en iconos. En cuanto a las otras imágenes navideñas, se encuentran carteles, timbres postales, tarjetas, etc. En Televisión Desde la década de 1980 numerosas series de TV han sacado al aire en su momento capítulos especiales de Navidad. Las series animadas o caricaturas como Los Simpson, Winnie Pooh, Peanuts, etc. Algunos incluso son parte de la historia misma, en lugar de solo ser un capítulo especial. Incluso algunos animes japoneses tienen algún capítulo navideño, como Love Hina y Ranma 1/2 En México, Televisa sacó al aire tres telenovelas con temática navideña: Un Cuento de Navidad (1999), Rayito de Luz (2000) y Navidad sin fin (2001). En la Gran Bretaña y los países de la Commonwealth existe la tradición de que la Reina Isabel II dirija un mensaje de Navidad a las 3 de la tarde, transmitido por televisión. En Cine En cine las películas con temática navideña pueden ser catogorizadas en dos: Los filmes relacionados con la historia del nacimiento de Cristo, relatos navideños o Santa Claus. Las películas cuya historia se desenvuelve en época navideña. En la primera categoría por mencionar algunas están: Natividad (2006) Home Alone (1990) y Home Alone 2: Lost in New York(1992), conocida como "Solo en Casa" en España, y "Mi pobre Angelito" en Hispanoamérica. The Nightmare Before Christmas (1993), conocida como Pesadilla antes de Navidad en España y El extraño mundo de Jack en Hispanoamérica. Milagro en la Calle 34 (1947), entre otras. En la segunda categoría están: Batman Regresa (1992) Gremlins (1984) ¡Qué bello es vivir! (1946) Hombre de Familia (2000), entre muchas otras. EL ÁRBOL DE NAVIDAD Árbol adornado (por lo general se trata de un abeto o de un pino) que se expone en numerosos hogares y lugares públicos de los países de tradición y religión cristiana durante los días de celebración de la Navidad. El Árbol de Navidad es uno de los símbolos más importantes de esta fiesta. Suele adornarse con frutos como el muérdago, el acebo, las manzanas, y con cintas, luces, etc. A veces es coronado con una Estrella de Belén y, en ocasiones, cuelgan de sus ramas regalos y obsequios. A su alrededor suelen reunirse las familias para cantar canciones navideñas. El origen de la costumbre de instalar un árbol adornado en el hogar o en los lugares públicos para celebrar una fiesta comunitaria se pierde en la noche de los tiempos. Existe abundantísima documentación sobre cultos que muchos pueblos dedicaban a árboles como el roble o el tejo, símbolos de la potencia y fecundidad de la naturaleza. Muchos dioses europeos (Zeus, Hércules, Thor...) se asociaban a determinados árboles, que nunca faltaban en sus cultos. A veces, estos mismos árboles eran venerados por los campesinos, que les hacían ofrendas y regalos, y les ponían adornos, en ocasiones en forma de telas de colores y de piedras pintadas. La leyenda más conocida sobre el origen del Árbol de Navidad, fechable en torno al siglo VIII de la era cristiana, dice que que, en cierta ocasión, un roble que los germanos consideraban sagrado cayó sobre un abeto, y que éste quedó intacto. San Bonifacio, obispo por entonces de Maguncia y evangelizador de Alemania, interpretó que el roble caído representaba la religión caduca de los paganos, y que el abeto intacto simbolizaba la fortaleza de la fe cristiana, y que representaba "el árbol del Niño Jesús". En realidad, el abeto era un árbol que desde mucho tiempo antes se asociaba a cultos y ritos precristianos. Así, en diversas tradiciones sincréticas mediterráneas se creía que el dios solar Tammuz-Adonis había nacido bajo un abeto, árbol que también había estado consagrado a Artemisa-Diana, igual que el pino lo había estado a Cibeles y a Démeter-Ceres. Se sabe, incluso, que en determinados rituales dedicados a Cibeles, los sacerdotes adornaban ramas de pino con cintas de colores, y que en el equinocio de primavera (que coincidía con el inicio del año) una cofradía llamada de dendróforos ('portadores de árboles') conducía un pino adornado con cintas de tejido y guirnaldas de violetas hasta el templo de la diosa. Tal pino simbolizaba al dios Atis, el esposo de Cibeles, que moría y resucitaba cada año, como la vegetación. También se sabe que la piña, símbolo de la fortaleza de la vegetación, se había asociado hasta entonces al dios Dionisos, estrechamente relacionado con Tammuz-Adonis. El cristianismo no hizo, pues, sino adaptar y asimilar creencias, ritos y cultos precristianos, enormemente arraigados en la ideología popular, y que le hubiera sido muy difícil extirpar de raíz. Una vez aceptados el abeto y el pino adornados como símbolos de la Natividad de Jesús, los comentaristas y exégetas cristianos se ocuparon de dotarlos de simbolismos cristianos muy curiosos. Por ejemplo, la forma triangular del abeto llegó a ser interpretada como un símbolo de la Trinidad. La costumbre, nacida posiblemente ya en el siglo VIII, de cortar un árbol en la Navidad, y adornarlo con dulces y frutas, se circunscribió en un principio a algunas zonas de Alemania y de los países escandinavos, y permaneció apenas sin cambios durante muchos siglos. Fue a partir del siglo XVIII cuando comenzó a sufrir transformaciones, y cuando las bolas decoradas y los objetos de regalo comenzaron a asociarse a los árboles navideños. Con mucha lentitud, la costumbre comenzó a extenderse también a otros países. La introducción de esta costumbre en Austria está datada en torno al año 1813, cuando la princesa de Nassau-Weilburg instaló su propio árbol navideño. Se cree que hacia 1820 se había introducido tambien en Polonia, y que en las décadas siguientes pasaría igualmente a Gran Bretaña (gracias al príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria) y a Francia. Gran repercusión tuvo en 1840 el hecho de que la duquesa de Orleáns colocase un árbol de Navidad en los jardines de las Tullerías de París, costumbre que sería continuada posteriormente por la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III. La costumbre de instalar un Árbol de Navidad estuvo restringida en Francia, durante varias décadas, a las clases de elite. Fue tras la guerra de 1870 entre Francia y Alemania cuando las clases populares de Alsacia y Lorena adoptaron esta costumbre que, a partir de entonces, sí se extendió rápidamente por todo el país. En Alsacia, el personaje llamado Gran Klaus, paralelo de San Nicolás de Bari, Santa Claus o Papá Noel, era representado como un anciano de barba blanca que llevaba una cesta y una rama de abeto. En la cesta tenía regalos o una vara de retama para premiar o castigar el comportamiento de los niños. Con respecto a la rama de abeto, era ofrecida por él al hogar que visitaba, donde era instalada, decorada y celebrada durante todas las fiestas navideñas. Hay constancia de que a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX los emigrantes alemanes llevaron esta costumbre a los Estados Unidos y a Rusia. En la península Ibérica no penetraría hasta el siglo XX, por influencia francesa. Se cree que donde primero se adoptó fue en Cataluña, de donde posteriormente pasó al resto de España. Esta adaptación no se haría sin agrios rechazos y polémicas de periodistas y escritores, muchos de los cuales lamentaron la adopción de una nueva costumbre extranjera que contribuiría a la decadencia de los símbolos tradicionales de la Navidad española. En 1948, el gran etnólogo catalán Ramón Violant i Simorra se quejaba de que, en las ferias navideñas barcelonesas hubiesen aparecido desde hacía algunos años, junto a los tradicionales pesebres y belenes (véase Belén), árboles de Navidad y adornos de acebo y muérdago, que "desentonan mucho entre los típicos y tradicionales elementos de nuestra feria, de marcado ambiente mediterráneo". Pero, en realidad, aunque la celebración de la Navidad con ramos adornados instalados en los hogares y lugares públicos es en España una costumbre de importación reciente, hay constancia de que, desde el siglo XIX por lo menos (y posiblemente desde mucho antes), las celebraciones navideñas campesinas de áreas muy amplias de la península (sobre todo de Castilla, Asturias, Cantabria y Extremadura) habían estado estrechamente vinculadas al culto y a ritos con árboles adornados. Han sido muy tradicionales, en efecto, en innumerables pueblos de España, las "procesiones del ramo", celebradas por lo general en las fiestas de Navidad y de Año Nuevo, aunque también, a veces, en otras fiestas del ciclo de invierno (las de San Sebastián y San Antonio en enero, las de Semana Santa en marzo-abril, etc.). En estas procesiones, los campesinos adornaban con cintas, frutas, panes y bollos. un árbol (normalmente un pino o un abeto) que conducían en andas hasta la iglesia del pueblo. En muchas ocasiones, la "procesión del ramo" tenía lugar en la Nochebuena, y el árbol adornado se quedaba en la iglesia, presidiendo todos los actos religiosos, hasta el final de las fiestas navideñas. Por lo general, las andas eran llevadas a cuestas por las integrantes de una cofradía de jóvenes solteras, que iban cantando canciones alusivas al árbol y a la Navidad durante todo el trayecto. En ocasiones, después de las fiestas, los adornos, frutas, panes, etc. que decoraban el árbol eran subastadas para sufragar los gastos de la iglesia durante aquel período. Este rito, que hoy está en plena decadencia, pero que estuvo enormemente arraigado y muy bien documentado en todo el área noroccidental de España hasta mediados del siglo XX, parece una expresión autónoma y muy tradicional de los ritos y cultos en torno a árboles que se realizan en la mayoría de los países de tradición cristiana. Sus analogías con ritos de traslación de árboles adornados en fiestas del ciclo de invierno, bien documentados en tradiciones muy antiguas (recuérdense los pinos que simbolizaban a Atis y eran trasladados procesionalmente por cofradías de dendróforos hasta los templos de Cibeles) sugieren que se trata de una costumbre posiblemente muy antigua y tradicional. Autor: J. M. Pedrosa - Enciclonet. HISTORIA DE LOS VILLANCICOS Se entiende por Villancico la armonización, a menudo polifónica, de la estrofa poética típica de la lírica castellana de los siglos XV y XVI. El villancico aparece como la forma lírica predominante dentro de los Cancioneros españoles de los siglos XV y XVI, ya sean éstos musicales o bien exclusivamente literarios. El número de composiciones que responden a la plantilla de la "canción de villano" o villancico resulta ser muy superior que el de las composiciones pertenecientes a otros géneros, como el de la canción o, al menos dentro de la lírica cancioneril castellana, también el del madrigal. La forma básica del villancico musical consta de dos elementos: estribillo y coplas, si bien no existe un patrón fijo, sino que pueden darse variaciones, tanto en el número de versos de que consta cada una de estas partes, como en la disposición de la rima o en el modelo de alternancia entre las coplas y el estribillo. Desde el punto de vista estrictamente musical, pueden establecerse variaciones en cuanto al número de líneas que componen el entramado polifónico, así como en la composición de voces que deben interpretar el estribillo y las coplas. De este modo, puede observarse cómo en el Cancionero de la Colombina o en el Cancionero de Palacio el estribillo y las coplas suelen presentar igual número de voces. Ambas secciones aparecen en estos cancioneros separadas por la doble barra divisoria, o incluso, en algunas ocasiones, por ésta y por un signo de calderón, que aparece sobre el último acorde de cada una. En cualquier caso, las coplas y el estribillo que componen un villancico no pueden considerarse como secciones estrictamente independientes, sino que es muy frecuente que ambas partes presenten cierto parentesco melódico o rítmico, lo que hace que tengan una mayor coherencia formal. Así como la estrofa poética del villancico se caracteriza por su origen villano o popular, también la música que acompaña en los cancioneros a este tipo de estrofas suele tener como procedencia alguna melodía extendida entre el vulgo. Suele ser en la parte del estribillo donde esta melodía aparece con mayor nitidez, pero frecuentemente los compositores incorporan también en las coplas distintas glosas, diferencias, o variaciones sobre esta melodía de origen popular que sirvió como pretexto a la composición. Dependiendo de la destreza del compositor, así como del grado de refinamiento que éste pretendiera alcanzar, los villancicos que han llegado hasta nosotros presentan un grado mayor o menor de estilización con respecto a las estrofas poéticas y las melodías populares que les dieron origen. Entre los villancicos caracterizados por un tono más elevado se encuentran, por ejemplo, los que recoge el Cancionero de Medinaceli, de inspiración mucho más italianizante que otros cancioneros contemporáneos. A lo largo del período en que la forma del villancico alcanzó su mayor esplendor, van diferenciándose cada vez más dos corrientes: una más sofisticada, inspirada en la escuela neerlandesa, que cuenta con Juan de Urrede como uno de sus primeros representantes, y otra corriente, la indígena, más austera en cuanto a sus planteamientos y recursos, características que resultan comunes a cualquier manifestación de la cultura del Renacimiento castellano. Dentro de esta segunda corriente, destaca la figura del compositor Juan del Enzina, poeta además de músico. Volver al inicio de Español Sin Fronteras gay porn sites El Cancionero de la Colombina y el Cancionero de Palacio son dos de las fuentes donde aparecen obras musicales caracterizadas por este tipo de estética. En el Cancionero de Uppsala, la austeridad de las obras contenidas en las otras dos colecciones aún prevalece, pero los villancicos contenidos en éste van presentando novedades formales como la introducción de una voz solista que es la encargada de recitar o cantar una de las secciones que componen el villancico, habitualmente las coplas, mientras que el estribillo seguiría siendo polifónico. En cuanto a los dieciocho villancicos que contiene el Cancionero de la casa de Medinaceli, éstos se encuentran ya muy alejados del espíritu popular que caracterizaba los villancicos tradicionales. Si bien al hablar de villancicos suele hacerse referencia a la variedad popular profana, existe también una segunda variedad con tema religioso, si bien es la primera la que domina dentro de todos los cancioneros de la época. No se trataba de piezas litúrgicas, ni por su forma ni por el hecho de encontrarse compuestos en lengua romance, en un momento en que la liturgia se expresaba exclusivamente en latín. Incluso algunos autores suponen el hecho de que ya en la época el villancico de tema religioso pudiera ser un género desprestigiado con respecto a las obras litúrgicas, ya que tan sólo ha llegado hasta nuestros días gracias al pequeño número de este tipo de obras que contienen algunas grandes colecciones dedicadas, por otra parte, a la compilación de la lírica profana, como el Cancionero de Palacio o el Cancionero de Uppsala. En cuanto a la colección titulada Canciones y villanescas espirituales, del maestro Francisco Guerrero, publicada en Venecia en el año 1589, se trata de una colección de sesenta y una piezas de tema sacro, de las cuales treinta y una son villancicos. Francisco Guerrero no aporta grandes novedades desde el punto de vista formal a la estructura de los villancicos, pero no cabe duda de que, al llegar al momento en que el compositor sevillano compone sus obras, la forma musical del villancico y, más aún, la del villancico de asunto religioso, habían llegado ya a un punto de estilización que hacía que este tipo de composiciones tuviera ya muy poco que ver con las rudimentarias estrofas y melodías populares de las que procedían. + + +







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